El peruano fue acusado en el 2005 de adulterar las nóminas de los trabajadores cesantes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), institución para la que trabajaba antes de incorporarse a una compañía de seguridad privada estadounidense contratada en Irak. Esa causa fue la que motivó su arresto en Bagdad cuando iba a regresar a su país, pero no se tienen muchos detalles sobre su situación, según dijo hoy uno de los empleados de la compañía de seguridad estadounidense “Triple Canopy”.
La fuente, que pidió mantener en reserva su identidad porque les tienen prohibido hablar con los periodistas, confirmó que uno de sus colegas le había indicado que Becerra no podía salir del país hasta que no viniera de Lima un equipo de la oficina peruana de la Interpol.
DESCONOCEN SITUACIÓN
Sus antiguos compañeros de trabajo desconocen cómo es su situación, agregó la fuente, pero sospechan que sus condiciones carcelarias no son buenas, teniendo en cuenta las limitaciones que tiene Irak. “Triple Canopy” está contratada por el Departamento de Estado para dar seguridad a instalaciones estadounidenses como las que se encuentran en Irak. Sus efectivos, de nacionalidad peruana, filipina y ugandesa, se encargan del segundo cordón de seguridad para acceder a la llamada “zona verde”, después de los policías y militares iraquíes.
ZONA PROTEGIDA
En la “zona verde” hay varias embajadas y varios ministerios iraquíes, y está protegida por especiales medidas de seguridad. La fuente precisó que actualmente hay cerca de mil peruanos trabajando para “Triple Canopy” en Irak. Antes de llegar a Bagdad, los agentes privados de seguridad firman un contrato en la embajada estadounidense que, entre otras cosas, establece que si cometen alguna irregularidad durante su misión son devueltos a su país de origen, según la fuente.